¿Por qué 1 de cada 3 ganadores de la lotería acaban en la ruina?
Un estudio de la Universidad de Harvard expone que hay más posibilidades de declararse en quiebra cuando te conviertes en millonario de la noche a la mañana.
Es el sueño por excelencia, ganar la lotería y no tener que preocuparte de nada el resto de nuestra vida. Esa es la teoría, porque hay que reconocer que la práctica y la realidad es muy diferente. Según el diario 'El Confidencial', basándose en varios estudios de la Universidad de Harvard, hay más posibildades de declararse en bancarrota para aquellas personas que han ganado la lotería que para un ciudadano normal y corriente.
Esto se debe, hablando claro, a la poca cabeza y sentido común de muchos de los nuevos millonarios y a la inexperiencia a la hora de gestionar varios ceros en su cuenta corriente. Y es que según esta información, un estadounidense que acaba de ganar la lotería tiene más probabilidades de declararse en quiebradurante los tres a cinco años siguientes que cualquier otra persona media.
Pero, ¿cuáles son las principales claves para que esto no pase? La primera de ella es la discreción. Es esencial no predicar a los cuatro vientos tu buena suerte, ya que podrían salirte amigos de debajo de las piedras y caer en la tentación de ser demasiado generoso con ellos. Esto es un problema en Estados Unidos, ya que por ley cualquier ganador de un gran premio de lotería debe desvelar su identidad para reclamar su fortuna.
Otra de las pautas clave de primero de millonario es saber controlarte. Parece algo sencillo de decir, pero la realidad es que muchas de las personas que ganan la lotería se ven en una necesidad irrefrenable de gastar y malgastar el dinero, un fallo normal en estos casos pero que tenemos que evitar si no queremos vernos durmiendo debajo de un puente a las primeras de cambio.
Otra de las curiosidades de este estudio es que ganar la lotería también repercute a las personas que tienes cerca, ya que obtener un premio de la lotería aumenta el riesgo de quiebra en aproximadamente un 2,4% entre los vecinos de los que han obtenido. Esto se debe a la necesidad de querer ser más que el otro y en aparentar que, pese a no haber ganado la lotería, no tenemos nada que envidiar a nuestro vecino.