El 27 de junio de 1957 se autorizaron apuestas de caballos de ámbito nacional en el Hipódromo de Madrid, apuestas que ya tenían una larga tradición anterior en diversos hipódromos. La apuesta hípica sobrevivió hasta 1996, cuando el Hipódromo de Madrid fue cerrado.
Otro hipódromo, el Hipódromo de la Zarzuela, fue cerrado en 1999. Varios años más tarde, el Congreso de los Diputados, a través de una proposición no de ley, insta al Gobierno a la reapertura de tal hipódromo.
De esta forma, en 2003 se constituye la Sociedad Estatal Hipódromo de la Zarzuela S.A. formada al 90% por la SEPI y al 10% por Loterías y Apuestas del Estado.