Los bombos de lotería ya están preparados

Ya está todo listo para el sorteo del próximo domingo que como todos los años tanto esperamos.

Por segundo año consecutivo el Sorteo Extraordinario de Navidad tendrá lugar en el salón del Teatro Real, situado en la Plaza de Oriente frente al Palacio Real y siendo unos de los monumentos más emblemáticos de Madrid, en lugar de en el salón de sorteos de la sede de Loterías y Apuestas del Estado, de la calle Guzmán el Bueno.

Y es que tras 47 años repartiendo premios desde allí, el organismo de Loterías decidió, el pasado año, cambiar el lugar de celebración por motivos de espacio, debido a la gran afluencia de público al sorteo de cada 22 de diciembre.

A lo largo de su historia, los sorteos de Lotería se han celebrado en distintos emplazamientos, como en Cádiz el 18 de diciembre de 1812, donde tuvo lugar el primer sorteo de Navidad.

El mayor bombo, que es el que contiene los números tiene un diámetro de 1,58 metros, una altura de 2,64 metros y pesa 850 kilos vacío, a los que se añaden los 300 kilos de las bolas. Este bombo contendrá los 100.000 bolas numeradas desde el 00.000 hasta el 99.999.

El segundo bombo, más pequeño, con un diámetro de 0,74 metros, 1,6 metros de altura y un peso de 400 kilos, contendrá las 1.807 bolas de premios que se reparten, entre ellos el Gordo, de 4 millones de euros por serie.

Los bombos fabricados con una aleación de acero y bronce y las bolas, hechas de madera de boj tienen un diámetro de 18,8 milímetros con un peso de 3 gramos y están grabadas con láser para evitar diferencias de peso entre ellas.

Además también existen dos bombos de reserva, la tolva, las bolas de ensayo y demás material complementario.

Todo esto junto con los 40 niños de entre 8 y 14 años que forman parte del colegio de San Idelfonso nos esperan en pocos días para cantar los premios tan esperados.

El día 22 de diciembre, el salón abrirá sus puertas a las 8 de la mañana para que el público pueda entrar, y cerca de las 9.15 horas dará comienzo el sorteo.

El 21 de diciembre, un día antes del sorteo, se hará un examen y recuento para comprobar las bolas de manera pública. Tras este acto, el salón queda precintado por los claveros, que son tres personas que portan una llave distinta cada uno, y sin las tres llaves no se puede abrir el recinto.