Los números “feos” y “bonitos” de la Lotería de Navidad
A la hora de elegir un décimo para el Sorteo Extraordinario de Navidad, muchos jugadores evitan adquirir un número "feo" y otros jugadores buscan precisamente un número "feo"
Son muchas las estadísticas que hay sobre el Sorteo Extraordinario de Navidad y en estos días salen todas a la luz, ya que a lo largo de los más de dos siglos de historia de esta lotería hay infinidad de anécdotas y terminaciones más repetidas del Gordo y los números feos ,bonitos y normales existen para todos los gustos.
También hay provincias con más o menos fortuna a la hora de albergar uno y otro año el Gordo de Navidad o cualquiera de los premios importantes del sorteo. Pero el caso es que ninguna de estas anécdotas y estadísticas incrementa las posibilidades de ser premiado ya que desde el 00.000 hasta el 99.999 tienen las mismas probabilidades de salir agraciado el próximo 22 de diciembre.
A la hora de elegir un décimo para hacernos millonarios en el sorteo, es inevitable que el jugador muestre cierta mística numerológica e intente evitar los números que son “feos”, o los números “bonitos”. Es subjetivo el concepto de “feo” o “bonito”, y para lo que algunos jugadores resulta feo, para otros resulta bonito.
En esto quién más sabe del tema son los loteros, que año tras año se enfrentan a los deseos de los jugadores que marcan los cánones de moda igual que en la moda textil.
Por un lado están los jugadores que buscan la belleza suprema y evitan cualquier número que tenga cifras repetidas, o que sea demasiado bajo o demasiado alto, o bien que sea un número de la muerte, estilo 23.666.
Por otro lado, están los jugadores que buscan lo difícil, lo poco habitual, la suerte del feo, y que eligen números bajos, 00.609, décimos con números repetidos, 44.444 o números que dan miedo 11.111. o el 66.666.
No hay norma tampoco en las edades que eligen uno u otro tipo de números, aunque los loteros están de acuerdo que los números “feos” son más habituales en los jugadores de menor edad, y los números “bonitos” en los jugadores de edad más avanzada.
Lo que si es norma es en la manía de muchos jugadores de buscar los décimos terminados en “impar”, por delante de los décimos terminados en “par”. En la mayoría de administraciones se suele acabar antes los décimos impares que los pares. Y dentro de los impares los números terminados en 7 y 9, seguido del 3 y 5 tienen más aceptación que cualquier otro décimo impar o par.
Esta es la norma de compara habitual de los jugadores de la Lotería de Navidad, y otra cosas bien distinta es la realidad que marca cada año el Sorteo. Así, el azar se encarga cada año de marcar su realidad y decir, que los números bajos pueden salir, como ocurrió en el año 2010 cuando el segundo premio correspondió al número 00.147, o que el número 15.640 que fue premiado en 1956 volvería a salir premiado en el año 1978 y el número 20.297 que salió premiado en 1903 , volvería a salir premiado en el año 2006.
Otra cosas distinta son los sueños que cada año tienen miles de españoles, imaginando que han tenido una visión del décimo premiado o que el número del Gordo ha pasado por sus mentes. De esta forma, miles de españoles buscan en las administraciones y plataformas de Internet el número iluminado y que se afanan en comprar para no llevarse la sorpresa el día 22 de diciembre.
Por último, en esto de los “feos” y “bonitos” están los jugadores que son ajenos a estas materias y que año tras año eligen los mismos números algunos durante más de 30 0 40 años. En estos casos el azar no recompensa a los sufridos jugadores por probabilidades sino por perseverancia y constancia.