Locura en Sant Llorenç des Cardassar por comprar un décimo de Lotería de Navidad
Las inundiaciones del pasado mes de octubre han provocado que sean muchos los que quieren buscar la suerte entre entre la desgracia.
La suerte puedes encontrarla en cualquier sitio. En un décimo de lotería comprado por primera vez, en ese boleto olvidado en el pantalón o en esas vacaciones en la que te llevas un número de la Lotería de Navidad con la esperanza de que las posibilidades aumenten. También en la tragedia hay esperanza y son muchos los que aprovechan una desgracia para hacer una llamada a la suerte.
Es lo que ha ocurrido en Sant Llorenç des Cardassar, una pequeña localidad mallorquina que el pasado mes de octubre sufrió una terrible inundación que acabó con la vida de 12 personas. Vecinos y hasta personalidades como Rafael Nadal unieron fuerzas para ayudar a los que más lo necesitaban.
Ahora, un mes después del triste suceso, son muchos los que han aprovechado esto para adquirir un décimo de Lotería de Navidad en la pequeña localidad. "No pudimos abrir las cajas hasta un par de días más tarde de la riada, y cuando lo hicimos tuvimos que limpiar y secar los décimos. No fuimos conscientes de lo que vendría después: una avalancha de gente que quiere comprar décimos del pueblo, es una locura", cuenta Joana Caldentey, una lotera del pueblo que habló para Diario de Mallorca.
Una avalancha que ha provocado que los décimos convencionales se agoten y que la administración quintuplique sus ventas habituales: "La gente no está acostumbrada al número sacado por el terminal y quiere el de siempre, aunque sean lo mismo. Pedimos lotería a Madrid pero tarda una semana o diez días", argumenta.
Ojalá que todo el sufrimiento de los mallorquines durante las inundaciones se vea recompensado el próximo 22 de diciembre y la suerte les devuelva una.
